Fuente: Masala
Fecha: Enero-Febrero 2007
El 6 de octubre de 2006, el plenario del consejo municipal de Barcelona aprobó definitivamente el proyecto del Ayuntamiento y Focivesa para el solar de las antiguas piscinas Folch i Torres. Para quienes no se acuerdan: dicho proyecto consiste en la creación de un macro-edificio de - finalmente - 9 plantas destinado a apartamentos tutelados y acompañado de otro edificio de viviendas que se pretenden vender por "un precio concertado".
Antes de proceder a la aprobación definitiva con los votos del PSC, ERC e Iniciativa, los responsables municipales tuvieron que responder a un total de seis alegaciones contra su proyecto, dos de los partidos de la oposición, uno del grupo de afectados y tres más de personas particulares, vecinos del barrio.
Respecto a las alegaciones llama la atención que todas coinciden, con unos argumentos bastante parecidos y ampliamente desarrollados, en criticar la altura completamente desmesurada de la construcción prevista, su impacto visual y ambiental así como la mayor densificación de una zona ya de por sí sumamente densificada. Exceptuando el PP, además hay gran coincidencia en criticar la ausencia de un proceso de participación real, la falta de equipamientos de barrio así como en la oposición a la venta de una parte de este terreno municipal.
Por lo que respecta a las respuestas a las alegaciones resalta una mezcla nefasta entre prepotencia, tecnicismos, tergiversaciones e ignorancia que espanta cualquier persona desprevenida. A continuación nos limitamos a dar algunas muestras del "espíritu" que anima a nuestros gobernantes y sus tecnócratas a sueldo de Focivesa. Quien quiera consultar el documento entero de las alegaciones y sus respuestas puede visitar el webblog: solarpelbarri.blogspot.com.
En cuanto al derecho a la tan loada participación ciudadana - estandarte del nuevo alcalde Hereu y de su colega, Carles Martí - los autores del documento (a continuación Ads) dejan claro que este derecho se limita a que sus proyectos se hayan publicado en La Vanguardia y el BOP para que los afectados de sus "planes de mejora urbana" puedan presentar alegaciones. Alegaciones a las que se responde de la manera que se ve en su documento. Por si acaso, los Ads añaden que el Ayuntamiento/Focivesa habían mantenido "numerosas" reuniones con los vecinos. Aparte de que tres reuniones de una duración media de apenas dos horas con una reducida representación vecinal más bien sabe a poco, los Ads olvidan mencionar que, en dichas reuniones, nadie había pedido la construcción de un mamotreto en lugar de las antiguas piscinas de barrio, ni que se venda una parte del solar, ni que se construya un parking subterráneo en el mismo, ni que se vuelva a abrir la calle Reina Amalia al tráfico rodado para acceder a dicho parking, ni que se cree un pasillo estrecho entre Reina Amalia y Carretes... Más bien lo contrario: la única demanda vecinal apoyada por más de 600 firmas era la construcción de equipamientos de barrio así como de pisos tutelados en las partes del solar clasificado de viviendas, en el marco de un proyecto global que dignificase la vida en el barrio. Sin hablar de la propuesta alternativa elaborada por los vecinos a partir de varios grupos de discusión.
Mientras los Ads pudieron obviar estos detalles tan espinosos para los nobles fines de sus jefes, sí que se vieron obligados a responder a las alegaciones respecto a las alturas desmesuradas de su "proyecto de mejora urbana". Como buenos tecnócratas que son, arrancan con una retahíla de subapartados de artículos de PGMs y PMUs para justificar que pueden edificar las alturas que les dé la gana, tal como ya lo habían hecho en la Rambla del Raval con el hotel de cinco estrellas y de 11 plantas. Sorteado el trámite de esta forma (ya que sus afirmaciones sólo podrán ser cuestionadas por juristas especializados en la materia delante de un tribunal) pasan a contestar las alegaciones respecto al impacto visual y ambiental de dichas alturas. Aquí pasan de lo críptico de leguleyo a un algo que se podría llamar metafísica del urbanismo; así que justifican la torre que sobresaldrá hasta en cinco plantas sobre los edificios adyacentes con afirmaciones como "es fa un tractament singular de l'edificació en un punt també singular", "el destí públic de l'edificació, el seu paper representatiu i la seva situació estratégica a la plaça Folch i Torres oberta a la Ronda de Sant Pau, forma un ampli espai urbà d'entrada a l'interior del Raval, justificant la major alçada per donar major rellevància a l'edificació."
Estas divagaciones que denotan una preocupante distancia con la realidad real son, por otra parte, una constante en un documento contra el que sólo cabe la interposición de un contencioso administrativo.
Así, para responder a la crítica de masificación y densificación en la que coinciden todos los alegantes, responden: "aquest punt del Raval és possiblement el més ben dotat d'amplis espais públics... això fa pensar que no hi ha cap dificultat perquè l'entorn assumeixi la densitat asignada" (¡!). Puestos a alucinar afirman a renglón seguido: "A més, l'edificació que es proposa millora substancialment la situació anterior de la major part dels habitatges de les finques del núm. 48 al 56 del carrer Carretes, atès que se separa molt més que l'anterioment destinada a piscines" ¡Sustituyendo una edificación de tres plantas por una de nueve y, evidentemente, sin mencionar la nueva situación para los vecinos y vecinas que viven en Lealtat, en el Hort de la Bomba y en la otra acera de Carretes!
En algunas partes del documento a esta pérdida de relación con la realidad real se añade una pérdida aguda de memoria, por ejemplo cuando afirman que ya habían contestado en su momento a las primeras alegaciones del Grupo de Afectados por la Modificación del Peri del Raval aunque la contestación de Focivesa se redujo a notificar que ya contestarían más adelante. También nos podríamos encontrar aquí con un síndrome de memoria de elefante, porque de haber contestado a estas alegaciones también tendrían que haber hecho referencia al hecho de que venían acompañadas de las firmas de una veintena de comercios y entidades del entorno (además de la FavB y de Arquitectes sense Fronteres) así como de unas 300 firmas de vecinos y vecinas de los alrededores de las antiguas piscinas que exigían al Ayuntamiento: "que construya vivienda social de alquiler para gente joven del barrio en la parte del solar que quiere privatizar; que las construcciones no superen la altura de los edificios colindantes; que impulse en el solar un proyecto ejemplar de creación de equipamientos (con un equipamiento deportivo incluido) que ayude a dignificar la vida en el barrio."
Estas demandas se han vuelto a plantear - de forma mucho más argumentada - en todas las alegaciones presentadas contra el proyecto con unos resultados que hemos visto aquí. Son resultados que se insertan en una larga línea de continuidad de intervenciones urbanísticas de repercusiones sociales nefastas impuestas desde el poder municipal en el Raval. Intervenciones que sólo son apoyadas por asociaciones clientelares del Ayuntamiento como fue la Asociación de Vecinos de la plaza Padró, en la actualidad suplantada por los comparsas agrupados en Tot Raval.
http://www.sindominio.net/violenciaurbanistica/?q=node/84